
Conoce al escritor José Urriola
José Urriola es un escritor venezolano, autor de “Santiago se va”, de los libros infantiles “Chupetes de luna” y “Cuentos a patadas”, el más reciente “Fisuras”, entre otros. Además de docente, productor, guionista y director audiovisual.
Hijo del también escritor José Santos Urriola, autor de “Rómulo Gallegos, primera versión de El Forastero”, “La hora más oscura”, “Mañana es Otro Día”, también profesor y miembro fundador de la Universidad Simón Bolívar.
Jugó fútbol desde pequeño y al crecer se dio cuenta de que no era tan buen jugador como pensaba. Entonces comenzó a escribir crónicas, cuentos y artículos de fútbol; porque “escribirlo es también una forma de jugarlo.”
Ha escrito varios libros infantiles, y está en camino una nueva historia para niños y grandes sobre “Cachorros”, de lo que el mismo José nos comentó en la entrevista más adelante.
Su estilo literario es una mezcla perfecta, única y espectacular entre la ficción y la realidad; José Urriola te deja enganchado de sus historias, por lo menos así me pasó con “Santiago se va”.

Por otro lado, su libro más reciente: “Fisuras”, es considerada por los editores como una vinculación entre la ciencia ficción y el desamor, lo que Urriola considera una idea acertada.

“Narrarse es organizarse —afirma Pablo, el protagonista de Fisuras—. Uno aterriza ese relato de lo que es, o piensa ser, con la finalidad de ordenarse y comprenderse”.
Y como sería muy extraño que un gran escritor no haya leído al menos un libro; aquí te dejamos la entrevista donde José Urriola nos contó de él como lector, sobre los libros que siempre lleva con él y lo que recomienda leer a nuevos escritores. Además de cuáles son los autores que han influenciado su obra literaria.
José Urriola como escritor
Dices en tu blog que en tu ADN viene el mandato de rendir culto a la ciencia ficción, ¿Por qué?
Soy hijo de maestros. Mi madre era profesora de biología y mi padre de literatura. Yo crecí entre los libros literarios de papá y los científicos de mi mamá. Para mí eran igual de fascinantes las historias de hobbits de El Señor de los Anillos que el catálogo de los gases nobles de la tabla periódica en los libros de mi mamá. Tan alucinantes Los tres mosqueteros como la lámina que explicaba la anatomía interna de un rinoceronte. Entonces siento que en mi ADN ya venía configurada esa fascinación por mezclar ambas cosas, la ciencia con la ficción. Una literatura que tuviera que ver con lo orgánico, con la evolución, con las mutaciones, hecha con palabras pero también con esa materia que compone a las partículas de las nebulosas en el cosmos.
Investigando sobre tus libros, noté que muchos lectores suelen describir a Santiago, de “Santiago se va” como una metáfora; para ti ¿quién es o qué es Santiago?
Santiago, el personaje de “Santiago se va”, para mí es una metáfora de la identidad. Wittgenstein decía que llamamos identidad al relato que ha cristalizado en nuestra memoria. Somos el cuento que armamos a partir de nuestras memorias. Entonces Santiago decide hacer una obra, la más personal y osada de su vida, construirse una identidad pero a partir de la memoria de otras, de las mujeres de su vida. Por eso se ausenta un día y deja las instrucciones a su mejor amigo para que entreviste a las mujeres más importantes de su vida, primero en el presente (cuando Santiago recién ha desaparecido) luego diez años más tarde (cuando ya la memoria se ha decantado, mitificado, mutado). Y con todas esas memorias reunidas en los 10 años de su ausencia, Santiago se construirá una nueva identidad, como quien se siempre una memoria externa.
Por otro lado, ¿qué es de nosotros cuando ya no estamos? Pues simplemente somos el recuerdo que otros guarden de nosotros y las obras que hemos dejado. Esa es la preocupación en vida de Santiago. Eso es lo que impulsa su ausencia y la obra que hará a partir de ella.
¿Cómo describirías “Fisuras” desde tu punto de vista como lector?
Es una novela epistolar, que se construye a partir de las cartas que le escribe Pablo (el hermano menor de Santiago, el personaje de “Santiago se va”) a su hermano Santiago durante sus diez años de ausencia. El problema es que más que cartas son mensajes lanzados al infinito dentro de una botella, con la esperanza de que algún día alcancen a su destinatario y éste se decida a responder. El asunto es que las cartas que no son respondidas al final son más bien como un monólogo, un diálogo con el vacío, una especia de conversación con uno mismo y con el eco de tus palabras que se te devuelve. Como cuando hablamos en voz alta, lo que estamos haciendo es organizarnos, ponernos de acuerdo con nosotros mismos. Pablo es un acumulador de memorias, tanto mentales, como emocionales, como físicas. No se atreve a tirar nada, todo lo va acumulando. Entonces de pronto algo ocurre y el género epistolar da un vuelco, la novela cobra un toque de ciencia ficción. Algo pasará con todos esos objetos, cartas, músicas, memorias acumuladas por Pablo, algo que las hará encajar.
Mis editores dicen que estoy explorando en una ciencia ficción vinculada con el desamor, me parece que es una idea acertada.
¿Has pensado en escribir más libros infantiles próximamente?
Sí, me gusta mucho escribir para niños. Lo disfruto enormemente. He escrito un cómic para niños que se llama “Chupetes de luna”. Tengo un libro de cuentos de fútbol que se llama “Cuentos a patadas” también para niños (aunque los papás pueden llegar a disfrutarlos también). Me gustaría hacer algún día un “Cuentos a patadas II” con nuevas historias relacionadas con el fútbol, deporte que me gusta y me enseña tanto. También me gustaría publicar una historia sobre los perros de mi vida, “Cachorros”, esa ya la tengo escrita. Creo que es un libro que puede conectar con todo aquel que ha tenido un buen perro en su vida. Todo lo que te entregan, te enseñan, te dejan esas criaturas maravillosas que lamentablemente duran tan poco pero uno las lleva para siempre en el interior.
El Escritor José Urriola como lector
¿Recuerdas la edad en la que comenzaste a leer por placer (es decir, que tomaste un libro por tu elección y lo leíste con gusto), y cuál libro fue?
Todas las noches mi papá me leía: La isla del tesoro, El Conde de Montecristo, El Señor de los Anillos, Los Tres Mosqueteros. Luego, tendría yo unos 7 años, entonces me compró una serie de libros de clásicos ilustrados o en formato de historietas, eran una maravilla y me ayudaban a leer las palabras al tiempo que las imágenes y establecer las conexiones entre ambos códigos. Desde entonces me hice aficionado a las narraciones gráficas. Pero de ahí saltaba inmediatamente a los libros sobre los minerales, los dinosaurios, los grandes felinos, las aves de Venezuela o de botánica de mi mamá. Y todo eso lo leía con idéntica fascinación, sin entender para nada que había diferencias entre un libro informativo, uno de ficción o uno de referencia. Para mí todos se disfrutaban igualito.
Hay historias que nos marcan, ya sea por la historia en sí misma, por los personajes, o por algo que estamos viviendo, ¿Te ha pasado con algún libro? Si así es, ¿con cuál te ha pasado
Sí, por supuesto. Más de una vez. En este momento recuerdo la sensación magnífica, la emoción profunda, las ganas de querer hacer algo así yo mismo algún día cuando leí las Crónicas marcianas, de Ray Bradbury. Y también me pasó con La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares.
Muchos lectores planifican sus lecturas, ya sea por tema, género, horario o el clima, ¿Tú lo haces? ¿Cómo es tu proceso de planificación?
Hay libros que tengo que leer para mis clases, para compartir con mis alumnos. En ese sentido siempre me gusta vincular los libros con películas, con movimientos artísticos, con música, con videoclips, tender puentes entre las maneras de leer y relacionar diversas manifestaciones artísticas que puedan tener algo en común. Entonces en ese momento leo para conectar, leo para poder preparar una clase integral y multidisciplinaria que me emocione y que (ojalá) logre emocionar también a mis alumnos.
En cuanto a mis selecciones personales, soy muy libre, a veces leo exclusivamente narraciones gráficas, a veces me quedo atascado con un mismo autor y me quiero leer toda su obra una tras otra, me pasó con: Bioy Casares, con Ricardo Piglia, con Julio Cortázar, con Paul Auster, Raymond Carver, Michel Houellebecq, John Fante, Coetzee o Calvino. Pero también con maestros del cómic como Milo Manara, Enki Bilal, Moebius, Gaetano Liberatore, François Schuiten, Hector Germán Oesterheld. Para mí son tan grandes y tan influyentes los del segundo grupo de autores como los del primero.
Si una persona que no es lector (a) te pidiera un consejo para iniciar el hábito de la lectura, ¿qué libros le recomiendas para comenzar?
Comenzaría con una mezcla de cómics con cuentos. Leer las minificciones de Augusto Monterroso y los cómics de Quino. De ahí, que lean/miren algo de Moebius y Bilal al tiempo que se leen unos cuentos de Cortázar, Borges, Bioy Casares.
Si llegas a una librería, o estás en la web y no sabes qué libro escoger, ¿a quién acudes?
Un buen librero que es tu amigo es una especie de mago, de chamán. El tipo te conoce, te lee porque sabe lo que lees, lo que te ha gustado, pero sabe también que uno quiere descubrir algo nuevo, entonces es capaz de aconsejarte: te podría gustar esto que se parece a tal pero mezclado con tal otra cosa. También acudo a mis amigos lectores que ya me han recomendado antes cosas maravillosas, ¿qué de nuevo has descubierto por ahí que me puedas recomendar? Y les hago caso. Siempre habrá algo en sus recomendaciones que será un buen hallazgo para mí.
En cuanto a lectura técnica, ¿qué libro le recomendarías a una persona que está comenzando como escritor?
La verdad es que más que un libro técnico sugiero que investiguen seriamente sobre talleres de creación literaria en su área. Quiénes son los profesores, cuál es su obra, que se asomen a lo que hacen y proponen. Un buen tutor puede ser la llave para que afines tu talento o lo eleves de nivel. Es eso, conocer herramientas, adquirir destrezas, de resto es sentarse a darle. A darle a pesar de todo. Este es un oficio que también es una necesidad. Si realmente quieres ser escritor, lo serás, y serán horas, días, meses y años de trabajo que lo harás no por el dinero ni el éxito ni la fama, sino porque si no lo haces te marchitas, dejas de vivir, o vives amargado que es aún peor.
Ahora hablemos de los libros, personajes e historias que has leído.
¿Tienes algún libro que te gusta muchísimo aunque no sea tan popular o conocido?
Hay un libro de cuentos fascinante para mí: Las guerras íntimas, de Roberto Martínez Bachrich (Lugar Común, 2012). De los mejores cuentos que me haya leído en años. Una gema oculta, para mí.
Y una novela gráfica: Cenizas, de Álvaro Ortiz.
¿Hay algún libro que siempre llevas contigo? Y si es así ¿por qué ese?
Crónicas marcianas, de Bradbury (está dedicado en la primera página por mi papá).
La invención de Morel, de Bioy Casares (es un libro eterno al que siempre vuelvo).
Plataforma, de Michel Houellebecq (es el libro que me hizo sentir unas ganas irresistibles de sentarme, finalmente y después de tantas vueltas, a escribir mi propia novela.
Tiempo de honores, de José Santos Urriola (mi papá): qué grandísima novela, qué cosa tan vigente y bien escrita. Lo digo con toda objetividad
¿Existe algún lugar que mencionen o describan en un libro (real o ficción), al que te gustaría viajar? ¿Cuál es?
A Marte. Sin duda alguna. Me encantaría conocer Marte y sentirme en casa.
Menciona…
Un personaje de un libro con el que te identifiques:
Con Pablo Iribarren, el personaje principal de “Fisuras”, mi más reciente novela. Es como un hermano, un primo cercano. Una gente que me importa muchísimo
Uno que admires: El papá de La carretera de Cormac McCarthy
Uno que odies: Caramba, seré honesto, a mí el señor que se come la magdalena con el té y recuerda toda su vida en “Por el camino de Swann”, de Marcel Proust, me mata de aburrimiento. No lo odio, simplemente me fastidia. Es como que me obliguen a escuchar la discografía entera de un grupo que no me gusta, no me interesa, no conecto, no me dice nada.
Uno que te haya enamorado:
Valérie, la chica de Plataforma, de Houllebecq. Enamorado de esa mujer
Actualmente, ¿qué estás leyendo?, y según lo que llevas leído ¿lo recomiendas
Me estoy leyendo Bug, el más reciente cómic de Enki Bilal. Una obra maestra. Una delicia. Una historia de ciencia ficción fascinante, punzante, reflexiva y hermosamente ilustrada. Como dicen los ingleses: my cup of tea. Claro que la recomiendo. Muchísimo.
Para finalizar..
¿Consideras que la lectura ha influenciado tu trabajo como escritor?, ¿y hay algún escritor, o algunos escritores, en específico que hayan sido de mayor influencia en el
Yo me nutro de la literatura, por supuesto, pero no es que encuentre fascinante a cualquier autor u obra consagrada. Me pasa con la literatura como con la música, para encontrar algo que realmente me fascine me cuesta, es una búsqueda constante y ardua. De manera que sí, le debo mucho a Bradbury, a Bioy, a McCarthy, a Carver, a John Fante, a Calvino, a Houellebecq o a Don DeLillo. Pero también a narradores gráficos como Bilal o Frederic Boilet, Brecht Evens, Frederik Peeters, Paco Roca. O a cineastas como Chris Marker, Stan Brakhage, Lars Von Trier, Julio Medem, Takeshi Kitano, Kim Ki Duk, Federico Fellini o David Cronenberg. Y ni se diga de la música, para mí la música es inseparable de la narrativa, toda historia para mí comienza siendo una canción. Yo quiero escribir algo que suene y se sienta así.
Finalmente no puedo dejar de mencionar la grandísima admiración que tengo por mi padre. Como padre, como maestro, como escritor. Lo leo y lo releo siempre en su obra como Mañana es otro día, La hora más oscura y Tiempo de honores y siempre pienso: de verdad qué grande fue… y la gente no se enteró.
…
¿Eres escritor o artista? ¿Te gustaría participar? Déjanos un mensaje en nuestro correo jramirez@eloobook.com o en nuestras redes sociales